La educación es un proceso continuo,
que se presenta en la infancia y no tiene cuando terminar, el aprendizaje es
una de sus herramientas principales, que se presenta de manera directa o
indirecta en nuestras vidas.
Somos formados para poder encajar de
manera adecuada en la sociedad, nos inculcan valores, normas éticas y morales,
imparten conocimientos de cultura general, como valorar y cuidar de nuestro
cuerpo.
Este último punto se ve seriamente
descuidado, a partir de la adultez, el inicio de la vida laboral implica
algunos sacrificios, tanto a nivel físico como cognitivo, perjudicando muchas
veces la salud, debido a un desajuste en los hábitos alimenticios (no solo el
no comer en horas establecidas, sino también una mala combinación en los
productos alimenticios), podemos comer, pero no nutrirnos, además de ello, se
reduce el tiempo libre, las horas de sueño son afectadas.
No solo ello, aparecen problemas como
el stress, la sobre carga laboral, depresión, entre otros. Los cuales conducen
a buscar métodos que los apacigüen, algunas personas optan por realizar
actividad física, que es lo más idóneo, otros por el consumo de fármacos o
tabaco cuyos efectos secundarios aparecen después y las consecuencias pueden
ser fatales. Estas medidas son un preámbulo al avance de algunas enfermedades
degenerativas y crónicas.
La idea de educar a personas de la
tercera edad, es promover el cuidado de sí mismos y la prevención o control de
algunas enfermedades. A la par, se busca estimularlo a realizar actividades
recreativas y no lleve una vida tan sedentaria, en donde pueda interactuar con
sus pares.